Historia 10- Leticia Jorge Santamaria
Fortaleza
Llevo tiempo dándole vueltas a eso de la fortaleza, ¿de dónde sale? ¿es innata en nosotras? ¿nos viene dada por los genes? ¿o tal vez la desarrollamos después para protegernos de las cosas de la vida? ¿viene de dentro de las personas o la recibimos de fuera? o mejor aún, ¿soy realmente fuerte?
Supongo que lo que se pide en este ejercicio son más respuestas que preguntas, pero tener un punto de partida siempre es bueno.
Soy una persona que convive con la EM desde hace ocho años, en su versión más minoritaria, la primaria progresiva. Y sí, me considero fuerte, tengo buen carácter, un poco de genio y soy terca. Y tengo mucho sentido del humor.
Creo que todas las respuestas a las preguntas que me hacía arriba sonafirmativas. Mi fortaleza viene un poco de mi, de mis propias conclusiones y de mi genética, y un poco de fuera, del cariño y apoyo que me rodea.
Hay dos factores que me permiten ser fuerte. Uno es que soy muy consciente de mi privilegio. Es fácil ser fuerte cuando vives en una sociedad que reparte os recursos, donde otros te ayudan a llegar a donde tú no puedes. Es fácil ser fuerte cuando tienes un entorno generoso, que te ayuda a superar barreras con delicadeza y sin estridencias. Es fácil ser fuerte cuando tienes tranquilidad económica para afrontar tus necesidades.
Desde luego que hay cosas que no tengo, pero disfruto de mis privilegios y soy muy consciente de que otras personas no los tienen.
Ser consciente de nuestro privilegio debería ayudarnos al siguiente punto fundamental de mi viaje por las fortalezas: No soy el centro del universo. Tengo una enfermedad crónica, degenerativa y que no tiene cura, pero tú, que estás leyendo esto, también tienes tu carga, aunque la tuya no se ve, puede que no se diagnostique. Puede que sea una pena muy grande, una fobia que te impide hacer cosas, alguien cerca que te hace daño, una desconfianza patológica hacia los demás, un miedo a renunciar a lo malo conocido, un dolor en alguna parte que no te deja relajarte, una amargura que te nubla la vista.
Todos tenemos algo, pero lo vuestro es menos visible, y por lo tanto os ofrecen menos ayuda que a mí.
No creerse el centro del universo, recordar que todos estamos de paso, no culpar ni cargar sobre tu entorno la desgracia que te haya caído, y seguir adelante haciendo como que no pasa nada. Nos ponemos los parches que sean y seguimos haciendo lo que nos gusta, que para eso estamos aquí. Como hace el resto de la gente con sus cosas.
Cuando me diagnosticaron e intenté prepararme para este viaje desconocido, tenía claro a partir de qué límite la vida no merecería más la pena. La enfermedad me ha enseñado que los límites no los pone la enfermedad, los pones tú.
Que las renuncias sean las mínimas y que nos divirtamos por el camino, eso es para mi la fortaleza en la convivencia con la EM.
Extraordinario artículo. Invita a la reflexión de las cargas que cada uno lleva pero eres un ejemplo a seguir .
ResponderEliminarAdmirable forma de gestionar la enfermedad. Ejemplo de fortaleza , humanidad , empatía ,inteligencia … Eres un ejemplo Leticia
ResponderEliminarEres maravillosa, eso lo sabía, con una fuerza envidiable, te rodea una familia maravillosa pero eres tú, te admiro y te envío toda la fuerza que a mí me falta, sigue asi
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