27 de noviembre

 

Ángel Manuel Sanz Pérez

Tengo 500 palabras para explicaros los 16 años más duros de mi vida, no se si podré, pero lo voy a intentar.

Encontrarla fue una casualidad, buscando algo totalmente diferente.

Me diagnosticaron, no supe lo que era ni los problemas que me iba a causar, hasta que empecé a sufrir de verdad.

No fue herencia pero a partir de ahora iba a tener un copiloto que iba a provocar muchos accidentes.

Desde que empecé con él, se ha ido haciendo más pesado tanto que ya no puedo con él por eso vivo sentado. Él y una amiga suya me causaron problemas en la visión, la diplopía. Tras pasar varios años de fiesta con otro amigo, trigémino, decidí operarme a causa de esto me quede sordo de un oído y con acúfenos. Tengo parestesias en la hemicara izquierda y el hemicuerpo derecho. También tengo muchos otros problemas, pero ya he nombrado muchas cosas y no quiero deprimirte. Lo que sí tengo sobre todo es una actitud positiva ante la vida y después de este jarro de agua fría, solo piensa que nunca me

despierto solo.

Pierdes muchas cosas de tu cuerpo que nunca pensaste que perderías, es más cosas que no creías existiesen y a las que no les dabas importancia porque naciste con ellas.

Habiendo perdido tanto solo te queda trabajar todos los días esperando que todo se quede ahí.

Piensas en la vida y no pìensas en todo lo que has perdido y el cansancio de vivir, pues desde que despiertas te acostumbras a vivir con el cuerpo que te ha quedado y vives con él lo mejor que puedes, pero si piensas en esa pareja que no fue, ese trabajo que no pudistes los tendría que.

Solo me queda ser consciente de donde estoy, como estoy y a donde puedo llegar siempre que me deje el copiloto.

También recuerdas a todas las personas que han pasado por tu vida, más o menos intensamente y la ayuda que has recibido de ellos, de ese amigo que se acuerda de tí, pase el tiempo que pase, pero ante todo recuerdas a esas personas, familia o no, que han estado a tu lado y en los que te has apoyado para soportar estos baches, que sin saber porque te tocado sufrir, y de esa persona que incondicionalmente y tras muchas discusiones sigue estando junto a tí.