12 de diciembre de 2023

 

Carolina Alejandra Pérez López

Soy una persona diagnosticada con esclerosis múltiple en el año 2018, a la que le ha cambiado la vida en muchos aspectos desde el diagnóstico y la aparición de los primeros síntomas.

Nací en Venezuela y me licencié en Derecho, momento desde el cual trabajé como abogada hasta que me trasladé a Madrid. Durante mi carrera profesional como abogada, una parte esencial de mi uniforme de trabajo eran los zapatos de tacón, ya que en esa época en el ámbito de la abogacía el prestigio y la profesionalidad estaban relacionadas con la formalidad en el vestuario. Debido a ello, durante 25 años los tacones se convirtieron en una extensión de mí misma, y era incapaz de caminar con otro tipo de zapatos.

Cuando llegué a España, homologué mi título de Derecho y unos años después, al acudir a una resonancia porque tenía muchos dolores que pensaba procedían de una hernia, me confirmaron que tenía Esclerosis Múltiple. Tras este diagnóstico, tuve que comenzar a adaptarme a una serie de cambios, pero el que más me afecto al inicio de la enfermedad, por lo visible de la situación, fue el de comenzar a acostumbrarme a caminar en zapatos planos después de décadas utilizando tacones. Este fue uno de los primeros cambios que sucedieron tras mi diagnóstico, uno de los más visibles y que me hizo comprender que mi vida no iba a ser de la misma manera que la anterior al diagnóstico.

Posteriormente me trasladé a Galicia, donde comencé a convivir con la patología, la cual desconocía ya que no existía ninguna persona de mi familia o mi entorno con Esclerosis Múltiple.

El comenzar a caminar con zapatos planos debido a las dificultades puntuales en la movilidad fue la primera de una serie de situaciones en las que me tuve que adaptar a convivir con esta enfermedad, pero siempre me propuse el encararla desde una actitud positiva, comprendiendo que no se acaba la vida cuando te diagnostican Esclerosis Múltiple, y no permitiendo que anulase mis ganas de hacer cosas.

Me empecé a documentar con videos y experiencias de personas que tenían Esclerosis Múltiple, empecé a acudir a terapias de fisioterapia para trabajar la movilidad e intento participar siempre en todas las actividades que pueda.

De la misma manera que una persona que tiene que dejar de consumir azúcar o sal por diabetes o enfermedades del corazón, comencé a comprender que tendría que adaptarme a las nuevas circunstancias que se fueron e irán presentando en este proceso.

La esclerosis múltiple forma parte de mi vida, de la misma manera que los zapatos de tacón lo hicieron en su momento, además de muchas otras circunstancias que me hicieron, hacen y harán ser quién soy.