16 de diciembre de 2023
Teresa Jimeno
Mi nombre es Teresa, tengo 61
años y vivo en Segorbe, un pueblo de Castellón.
Supe que tenía Esclerosis
Múltiple Remitente Recurrente sobre el 2003 con 43 años. Todo empezó porque
sufría muchas caídas por la calle y perdí la visión lateral. La visión la acabé
recuperando al tiempo, pero sigo con las caídas, aunque va a temporadas. Hay
días que tengo más y días que tengo menos. En 2012, con 50 años, pasé de EMRR a
Esclerosis Múltiple Secundaria Progresiva EMSP.
Sobre todo, lo que más destaca de
mi enfermedad y es más visible son las caídas. Me caigo en la calle cuando voy
sola, durante estos años me han estado ingresando en el Hospital varias veces
por brote. Ahora me están dando medicación como la Fampyra, el copaxone y la
lyrica para la esclerosis.
En el 2003 también perdí el
habla, no porque no supiese hablar, si no porque no me salían las palabras que
quería decir, y eso hacía que me quedara atascada. Esto provocaba que no
quisiera estar con gente porque no podía mantener una conversación fluida con
la gente con la que estaba.
Tengo vértigos, falta de
estabilidad. Antes de la enfermedad trabajaba en una Asesoría, durante 18 años,
y me tuvieron que dar de baja y después con la incapacidad ya no trabajé más.
Ya no llevaba bien la contabilidad y empezaban a fallarme las manos y los
cálculos matemáticos.
Y ahora gracias a mi esfuerzo y
mis ganas de estar bien, junto con el trabajo que realizó todas las semanas con
las profesionales de DACEM, como sesiones de logopedia, sesiones de
fisioterapia, y las diferentes actividades que hago como gimnasia, piscina, yoga,
cocina, manualidades, puedo comunicarme mejor y tener conversaciones fluidas
sin ningún problema.
La verdad es que, al ser una persona positiva, risueña y muy activa, llevo la enfermedad de otra manera y esta actitud me ayuda a levantarme todos los días. Me ayuda a querer estar con gente, a poder comunicarme, a participar en todas las actividades que realizo en DACEM y en la comunidad.
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