Historia 5- María Carmen Romero Rayo
Me llamo Carmen, tengo 47 años, soy diabética desde hace 41 y tengo esclerosis múltiple desde hace 10.
Como me diagnosticaron EM? Se me durmió el lado izquierdo desde debajo del pecho hasta la cintura, parecía que tenía un gremlin dentro que me apretaba y que intentaba juntar mi pecho con mi cadera…, estaba cansada, me dolían las piernas… después de 7 meses prueba tras prueba me dieron el diagnóstico. Buf… Fueron duros los primeros meses, yo ya tenía una enfermedad crónica, como iba a poder llevar las dos cosas, que iba a ser de mi….., me despertaba llorando por las noches, pensaba que no iba a poder caminar o hacer una vida normal….
Pues había que tomar una decisión, y es que no iba a poder conmigo, que rendirse no es una opción y que tenía que ser fuerte.
Al año siguiente, como superación personal, subí despacio y parándome mucho al Peñón de Ifach que está en Calpe (Alicante), nos gusta Calpe para veranear. En todo momento estuvo mi marido ayudándome, apoyándome, animándome… Fue como Uff, no sé describirlo, pero LO LOGRÉ. 2 años después lo volví a intentar, y también. Claro, también decir que los sobreesfuerzos luego hay que pagarlos, pero quien me iba a decir a mí cuando me diagnosticaron la EM que iba a poder subir al Peñón… Hoy por hoy ya no puedo.
La Esclerosis va avanzando, estoy con fatiga extrema, me tiembla la mano derecha, me duelen las piernas, mareos….. Trabajo en un supermercado, me canso mucho, tengo muchos dolores, pero hay que seguir hacia delante, por mi y mi familia, que me apoyan, ayudan..
No me han dado muchos brotes, pero los síntomas han avanzado, cada año cuando me hago la resonancia, cruzo los dedos para que no haya más lesiones y me lleno de alegría si me dicen que no hay, aunque haya más síntomas.
Quien dijo que la vida es fácil?? Porque no lo es, las cosas llegan sin avisar para quedarse y si no pones nada de tu parte, te hundes. Y aunque hay veces que pierdes las fuerzas y crees que no puedes más, siempre, aunque cuesta, sacas fuerzas de donde crees que ya no tenías para seguir adelante, batallando y disfrutando de los pequeños momentos que nos hacen ser fuertes y felices, que siempre hay.
Yo me llamo la mujer del saco pues tengo cositas de salud: diabetes, EM, migrañas, operaciones, neuropatias… Yo digo: cierro el saco, pero viene alguna cosilla de salud y lo abro, no lo voy a dejar caer, lo cierro y eso ya se queda conmigo. Así siempre. El saco siempre va a cuestas y cuando pesa mucho, lo suelto, lloro y otra vez a la espalda.
Una vez me dijo mi médico que cualquier persona en mi situación, no se levantaría de la cama y que esa alegría que tengo es lo que me hace ser fuerte. Ahí va mi consejo: ríe, disfruta, gana las batallas y recuerda: RENDIRSE NO ES UNA OPCIÓN
Comentarios
Publicar un comentario